Sinopsis: Hispanoamérica, siglo XVIII. En plena jungla tropical junto a las cataratas de Iguazú un misionero jesuita, el padre Gabriel (Jeremy Irons), sigue el ejemplo de un jesuita crucificado, sin más armas que su fe y un oboe. Al ser aceptado por los indios guaraníes, Gabriel crea la misión de San Carlos. Entre sus seguidores está Rodrigo Mendoza (Robert De Niro), ex-traficante de esclavos, mercenario y asesino, que buscando el perdón se hace jesuita y encuentra la redención entre sus antiguas víctimas. Después de luchar juntos durante años, se enfrentan a causa de la independencia de los nativos: Gabriel confía en el poder de la oración; Rodrigo, en la fuerza de la espada. “La Misión”, gran producción británica de 1986 dirigida por el franco-británico Roland Joffé, tras su exitoso debut en 1984 con “Los gritos del silencio”, sobre el genocidio llevado a cabo por los Jemeres Rojos en Camboya. Significado políticamente, sus películas siempre contienen denuncia hacia las clases dirigentes y el poder. En esta ocasión, con guion del profesor, escritor y guionista británico Robert Bolt (ganador de un Oscar 20 años antes por Doctor Zivago), narra el enfrentamiento entre España y Portugal a partir del Tratado de Madrid de 1750 (llamado Tratado de Intercambio) entre Fernando VI de España (casado con la portuguesa bárbara de Braganza) y su suegro Juan V de Portugal, para dirimir el dominio sobre la colonia del Sacramento, en la desembocadura Del Río de la Plata, que estableció la actual frontera del brasil. Como telón de fondo se sitúa la, por entonces, poderosa e influyente Compañía de Jesús, que en su cuarto voto religioso otorgaba una fidelidad al Papa por encima de los poderes políticos de las Monarquías Absolutas. Estos eran vistos como espías de un sumo Pontífice que era visto como otro Monarca más de su estado Vaticano (de hecho, los Jesuitas fueron expulsados de España en 1771 por Carlos III). Una gran película, aprovechada para potenciar el punto de vista británico sobre la España colonial, con grandes interpretaciones de Robert de Niro y Jeremy Irons, estupendas ubicaciones y fotografía en la selva y las cataratas del Iguazú. Comentario aparte merece una de las mejores bandas sonoras de la historia del cine del maestro Ennio Morricone, que ha marcado una época en cuanto a su concepto y ejecución, de hecho es más recordada y emitida la BSO, sin la que la propia película. No hubiera sido lo mismo. El genio está haciendo este año una gira de despedida a sus 90 años. En la tertulia con Jenar escolar, que nos desvela algunos asuntos sobre la gran BSO, y con Pera Valltmajor.

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